El caserío Etxebarri es un caserío excepcional, ya que sólo se conocen otros 2 caseríos en Álava con pinturas de esta época, el caserío de Ibarrola, en el barrio de Ibarra en Izoria, y el caserío de Izaga en Okondo. La Orden de 15 de marzo de 2011, en la que se inscribe a dicho caserío como Bien Cultual, con la categoría de Monumento, en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco hace hincapié en las decoraciones de la fachada:
“Una de las características más destacadas del caserío son las policromías que decoran la fachada datadas hacia mediados del siglo XVI. Estas pinturas se han atribuido al maestro Juan de Armona, pintor alavés con taller en Orduña, especialista en pinceladura de iglesias. Las pinturas, realizadas sobre doble capa de yeso, se desarrollan en forma de cenefas decorativas debajo de aleros y voladizos y diferentes figuras que aparecen en los rellenos sobre los puntales. En las cenefas los principales motivos son roleos y rameados, redes de rombos y frisos con cabezas de ángeles además de sogueados, cuentas de rosario y bolas mientras que en los rellenos se pueden ver bustos, seres fantásticos y también unos ramilletes a los que se ha atribuido una cronología más reciente, posiblemente del siglo XIX. Los colores que predominan son rojos, ocres y negros.”
Se tiene certeza de 2 revestimientos pictóricos sobrepuestos, con motivos decorativos bastante similares. Los plementos pincelados de las tornapuntas, son pinceladuras que pertenecen a la primera etapa. Por lo que conviven las dos etapas pictóricas. La primera etapa se trata de un sutil revestimiento sobre la fábrica de ladrillo, denominado “encebollado”, a la cual se acopla, permitiendo discernir su relieve. Las decoraciones están situadas en las zonas superiores de los muros y presentan un motivo de laceria rematado con cuentas de rosario. Este motivo es muy parecido a los empleados habitualmente por Armona. Es posible ver estas decoraciones de la primera etapa de pinceladura debido a desprendimientos parciales de la segunda etapa.
Se trata de una pintura al seco, que consiste en que los pigmentos se adhieren al muro ya fraguado con la ayuda de un aglutinante, el más típico es el agua de cal. Antes de aplicar el color se humedece el muro y se utilizan pigmentos estables a la alcalinidad de la lechada de cal. Por ejemplo: tierra negra, negro marfil, ocre rojo, cinabrio, amarillo ocre, amarillo de Nápoles, siena natural, siena tostada, azul de esmalte.
A la hora de aplicar los colores y realizar las cenefas, se utilizaban plantillas o “trepas” sobre los que iban traspasando el dibujo al muro de forma más sencilla.
En esta fachada en las 2 pinturas se aprecian con claridad los signos de haber sido realizadas con estas “trepas”, tanto la primera como la segunda, en la zona de las grecas o cenefas. Intercaladas entre ellas introduce caritas de niños, de líneas más sueltas. En la zona de tornapuntas se aprecian decoraciones más libres y a mano alzada representando curiosos animales y vegetación.
El hecho de que la fachada haya estado desde el año 2010 sin cubierta ha ocasionado un grave deterioro en la fachada del caserío. La importante entrada de agua sobre un material no preparado para ello, ha provocado la caída del frontón superior con la pérdida completa de las pinturas murales que lo decoraban, y más recientemente, la pérdida de elementos como el escudo, labrado en piedra y policromado. Hasta nuestra intervención, ha continuado la constante pérdida de fragmentos de pintura mural. La caída de estos fragmentos ha propiciado el descubrimiento de la otra capa de decoración subyacente y que hasta ahora no se percibía.
Los tipos de degradación de la pintura mural encontrados son los siguientes:
Destinada a conseguir la conservación de las 2 etapas pictóricas identificadas, con sus respectivos enlucidos, y la paralización o ralentización de los procesos de degradación, además de la recuperación estructural de los elementos constructivos, y la preparación de la superficie para evitar nuevas degradaciones.
Fachada del claustro del Euskal Museoa-Museo Vasco